El mundo entero tiene más o menos tres vasos de vino de retraso.
Definitivamente mucha lucidez y una aguda percepción son las que se develan en esta precisa frase atribuida al actor norteamericano Humphrey Bogart, reconocido por el American Film Institute como la estrella masculina más importante del cine de los Estados Unidos.
Entre los muchos «poderes mágicos», atribuidos al vino está sin duda el facilitar la relación entre las personas, dándoles a estos últimos más soltura, apertura y franqueza, auténtica motivación y porqué no, también algo de inspiración.
Ahora bien, no cualquiera es capaz de tomar vino en cantidades importantes, sin ver afectado negativamente su comportamiento, por lo tanto si el resultado que se espera de la relación entre personas, es uno positivo, se requiere que dicho «consumo» sea invariablemente, con una dósis importante de educación.
¿No lo creen así?
IdV.
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