Cavas de Champagne: Develando el misterio
¿Qué otra bebida puede pasar parte de su vida en un lugar tan misterioso como el que muestra esta fotografía?
Es cosa de mirar las paredes, el reflejo de la tenue luz sobre las botellas, imaginarse el silencio y hasta incluso el olor circundante (se puede!) para darse cuenta en pocos segundos, que tiene que ser el Champagne, sin duda alguna.
Una espera larga y paciente, en un lugar tranquilo, alejado de la agitación y vertiginosidad del mundo exterior, suena ideal para que su evolución transcurra pausadamente, sin interrupciones ni sobresaltos, y lo que es muy importante, con todo el tiempo a su favor.
Ahora bien, la oscuridad llama a la introspección, a meditar. ¿Y por qué no pensar que esta bebida también requiere eso, revisarse y mirar a su interior para conocerse muy bien y así, una vez vista la luz desplegar todo su poder frente a nosotros? A lo mejor una fracción de su magia que la caracteriza, radica en su seguridad en sí misma, en su forma positiva y «chispeante» de ver la vida, en su brillo interior…
O quizás no, quizás éste es únicamente un lugar de paso, uno donde como en otros, el Champagne vive su retiro, que no es más que una etapa de su vida.
¡Salud por el Champagne!
IdV.
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