Rincones impensados. Rincones inspirados
Aunque nos parezca extraño hoy por hoy, lo de reciclar y dar un nuevo uso alternativo a ciertos materiales y utensilios, viene de mucho tiempo. Incluso es más, tampoco es ésta una práctica exclusiva de quienes tienen una preocupación medioambiental y buscan reducir sus desechos.
Indagando en sitios alejados de las grandes ciudades y también un poco en el pasado reciente, es posible encontrar ejemplos, donde la reutilización no solo es el resultado de una idea creativa, si no también de una muy estética y atractiva.
La fotografía que encabeza este post fue tomada en el «Rincón de Charlotte» en Queule, caleta de pescadores ubicada en el extremo sur de la IX Región de la Araucanía (Chile). La diversidad de colores y formas de las botellas, que forman parte de la composición, sumados a la cuidada disposición de las mismas, dan al conjunto un toque rústico, pero delicado, casi etéreo. Por su parte la luz, que en dicho momento era indirecta, no evidenciaba detalles e imperfecciones, si no más bien permitía apreciar el todo de una vez y en una única mirada.
Las botellas ciertamente no son solo de vino. Las hay también de cerveza, licores, aceite, gaseosas. Paralelamente, es probable que no todas ellas provengan del restaurante mismo como descarte de su operación. Incluso, porque no hubo tiempo en su momento para averiguarlo, puede ser que esta «cortina» o «persiana» decorativa haya sido elaborada por algún lugareño o lugareña a pedido o simplemente haya sido comprada por el local. De todas maneras, cualquiera sea el caso, la misma encontró un lugar perfecto allí en la ventana, en sintonía con el ser y quehacer de su entorno.
Cerramos esta reflexión simplemente agradecidos del habernos detenido en este rincón a observar y ver el resultado de la inspiración de otros, para los cuales un objeto con vida pasada, puede ser perfecto para constituir un presente o porqué no, un luminoso y bello futuro.
¡Salud!
IdV.